domingo, 15 de febrero de 2009

Figuraciones del pincel, con los pies salidos debajo de la cama.



De la historia de la humanidad se entiende dentro de esta la del arte, pero se diferencía de ella, se hace sola y autónoma, por contener de las grandes proezas del hombre, las mejores, las que dictan la buena hora, la más cruda y verdadera para con las realidades de las que nos hacen a la fecha. No hay victoriosos o perdedores como la historia de los hechos, de tecnología, de grandes batallas, a veces sin sentido y se hacen fieles a su tiempo y a sus principios la historia de los hombres que plagan los museos, de los reconocidos y de los olvidados, de los anónimos, quienes dedicaron con devoción a la hora de hacer, lo único que encontraban con sentido.


Entender el porqué se sienten las preferencias en las posibilidades a la hora de crear la obra es imposible, cada hombre contiene sus historias propias, sus vivencias cercanas que le hacen. Para manifestarlas y hacerlas extensión de sí mismo, pero solas, aparte del creador pocas veces se logra con la certeza de manifestar una realidad visual. El transito como pasajero por el signo de la época que nos toca vivir determina en gran medida de las posibilidades creativas, Juan Batta, crea lo que ve como deseo, “Yo quiero eso y la pintura es un método para apropiármelo” es lo que menciona como parte significativa, y más acertada cuando lo crea es pintura realista.
Originario del Distrito Federal y viviendo ahora en el centro de Cuernavaca, Juan hace de sus encuentros casuales con cosas que le encantan, de su manera de hacer pintura; oficio de familia, con ambos padres pintores, su infancia se hace plagada de dibujos, modelitos de personajes y el gusto por no parar de hacer lo que le dicta su imaginación.
En un primer proceso creativo, Juan ilustra sus fantasías muy a la manera de comic, con la estética caricaturesca de sus primeros monstruos se deja ver lo que es para él, un trauma televisivo, tanto de constancia como de acercamiento vivencial, transformándose a sí mismo en el freak show de un programa infantil, ayudado por las miles de miradas, odiando de esta manera su habilidad modeladora, y dejándole por un sano momento de convivencia con el dibujo y el cromo de los pigmentos.
Batta quiere crear de sus pinturas el momento intimo, el que transmite la necesaria soledad que empuja dentro de las crisis personales hacia los nuevos lugares, menos abandonados, mas nostálgicos, como se hace consiente el mismo de dicho sentimiento de la época. “Todo ha sido orgánico no lo pienso, no lo intelectualizo me pide todo la misma obra y dentro de eso esta la nostalgia”, y en las exigencias sabe cumplir al lienzo y dejar como testimonio de eso, los objetos mas íntimos, los lugares más cercanos, que se pasan a la vista por el cotidiano del saturado panorama.
Encontrar las sombras precisas la luz modeladora del todo y sacar de esto una buena imagen que ayude a la creación de otra, es hacer doble oficio, el del fotógrafo y el del pintor, y armar de entre ambas una sola realidad, figurativa, realista, pero no por eso trillada o angustiosa como muchas veces se parece todo, fuera de los grandes sucesos del forje interior.
“Lo mío es lo que hago en el momento, ya después no me importa” no por eso desatendido de las responsabilidades de decir, sabe cuál de sus piezas es la que más se hace uno consigo mismo, y cual, de entre los pies salidos debajo de la cama amerita una sola frase para completarle y convertirle en una obra propia que lo coloca en la posición de la incertidumbre de intentar vivir por la pintura y para esta.
“Vivir en el arte es vivir al filo de la navaja, sin tener nada seguro”, y aun así seguir haciéndolo y encontrarle sentido por creer que no hay otra cosa que hacer, es como lidia con el peso de los pensamientos dirigidos a uno mismo; de las interesantes platicas que se pueden tener con él, las sabe como modeladoras de su persona, como nutritivos encuentros para los adentros que dejan con ganas de mas a pesar de las intimidaciones de hacerlo.
Abraham Villaseñor

No hay comentarios:

Seguidores